Sacramentos-Celebraciones

Comuniones 2016

«Yo soy el Pan vivo bajado del cielo»

Confirmaciones 2016

Nivel Primario

Santa Misa de Acción de Gracias por la finalización del Ciclo Lectivo 2015

Comuniones 2015

«Yo soy el Pan vivo bajado del Cielo,

quien come de este Pan, vivirá eternamente»

Jn 6, 52

Misa 25 Aniversario

Nos Preparamos para vivir la Semana Santa

Miércoles Santo

Jesús habla de su muerte a sus discípulos

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En una de esas tardes de esta Semana Santa, Jesús estaba reunido con Pedro, Santiago, Juan, Andrés y todos los demás Apóstoles y otros discípulos. Jesús les comentó que se sentía muy afligido, pues Él ya sabía que se acercaba su muerte, y dijo: «Padre, líbrame de esta hora». Sin embargo, Él sabía y tenía muy claro que siempre iba a realizar lo que Dios Padre quisiera.

Sus discípulos no entendían qué estaba pasando, no comprendían que se acercaba el día de la muerte de Jesús. Mientras conversaban entre ellos  sobre lo que Jesús les había comentado, se escuchó una voz del Cielo que dijo: «Yo lo he glorificado y volveré a glorificarlo». Los discípulos quedaron sorprendidos: unos decían que había sido un trueno, otros que era la voz de un ángel.

Los Apóstoles no querían que Jesús muriese. Para impedirlo, le recordaron que la ley enseñaba que el Mesías nunca moriría. Pero Jesús les enseñó que era importante que Él muriera para la salvación de todas las personas y, al terminar el día,  se alejó de ellos a un lugar tranquilo a rezar.

Del mismo modo, cuando nosotros estamos afligidos, preocupados o asustados, conversamos con nuestros padres o amigos, les contamos lo que nos está pasando.

Gracias Padre bueno

porque nos amas tanto

que nos entregaste a tu propio Hijo,

que nos ama con el mismo amor

con el que nos amas Tú

y dio su vida por nosotros.

Amén.

Invita a tus padres a que se reúnan frente a una cruz y conversen sobre por qué murió Jesús, luego hagan un momento de silencio y recen.

Jueves Santo

La Última Cena

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Llegamos al jueves Santo, y como este día era de fiesta, Jesús se reunió con sus amigos para celebrar la Pascua Judía. Sus discípulos pensaron que sería una celebración muy similar a la de los años anteriores, pero sucedieron dos cosas que transformaron la comida en una cena de despedida muy especial.

Antes de comenzar a cenar, Jesús tomó una jarra con agua y una toalla, y se puso a lavar los pies de sus discípulos. Algunos no quisieron, pero Él les dijo que si no lo hacían, no serían sus amigos. Cuando terminó, les dijo que ellos tenían que ser servidores de todos, así las personas creerían en Él.

Luego, cuando estaban cenando, les pidió que pusieran mucha atención. Entonces tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y lo compartió con todos, y les dijo: “Éste es mi cuerpo que se entrega por ustedes”. Cuando estaban terminando de comer, tomó una copa con vino, y les dijo: “Ésta es la copa de la Nueva Alianza que se sella con mi sangre, que será derramada por ustedes”. Todos comieron y bebieron el Cuerpo y Sangre de Cristo en las especies de  pan y de vino, y Jesús les dijo: “Hagan esto en memoria mía”.

¿Te das cuenta de que Jesús nos enseña que tenemos que estar al servicio de las personas, y además que Él quiso quedarse para siempre con nosotros transformando el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre, cada vez que  se celebra la Santa Misa?

Gracias Señor
por haberte quedado para siempre con nosotros
en la Santa Eucaristía 
que compartimos en cada Misa;
gracias también por enseñarnos
que debemos estar siempre al servicio de los demás.  
Amén.

Invita a tus padres para que esta tarde vayan a misa, donde se realizarán estos dos signos que hemos visto hoy.

Viernes Santo

Jesús muere en la Cruz

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Luego de la Cena celebrada con sus amigos, Jesús se fue a rezar nuevamente el monte de los Olivos. Allí fue detenido, sus amigos huyeron y le dejaron solo. Luego, Jesús fue enjuiciado y condenando a muerte por haber revelado que Él era el Mesías, el Hijo de Dios.

Luego de ser azotado, de recorrer un largo camino con la cruz en sus hombros, y de ser clavado en la cruz, cerca del mediodía, Jesús dijo sus últimas palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Luego murió. El sol se ocultó, todo el país quedó en tinieblas y se produjo un fuerte temblor.

Jesús entregó su vida por todos nosotros, perdonando nuestros pecados para que podamos, al momento de nuestra muerte, vivir con Él en el paraíso junto al Padre. De ese modo se cumplió la voluntad de Dios.

Señor Jesús,
Tú me conoces y me quieres,
entregaste tu vida por mí y por todas las personas,
perdóname porque muchas veces
no hago tu voluntad.
Amén.

En este día de reflexión, podrías junto a tu familia tener un momento de silencio, apagando la
radio, el televisor, la computadora, los teléfonos, para recordar la muerte de Jesús. Puede ser cerca
del mediodía y podrían leer en la Biblia el relato de la muerte de Jesús, puede ser del Evangelio
de Lucas, capítulo 23, versículos 33 al 49.

También es importante participar de las ceremonias en la Iglesia.

Sábado Santo

Una tumba custodiada

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Algunos judíos, jefes del grupo de los sacerdotes y fariseos, fueron muy temprano a casa del gobernador Pilato, y le pidieron que mandara a unos soldados a cuidar la tumba de Jesús, ya que tenían miedo de que los discípulos de Jesús robaran su cuerpo, y luego dijeran que había resucitado como el mismo Señor lo había anunciado.

Pilato, luego de escucharlos, mandó a unos soldados para que custodiaran el sepulcro.

Los discípulos y los amigos de Jesús se mantenían reunidos y aún estaban muy confundidos por lo que había pasado, estaban tristes porque a su Señor lo habían matado. Fue un día de silencio y reflexión, de búsqueda de  nuevas esperanzas.

Señor Jesús, 
a veces no tenemos puesta
toda nuestra confianza en tu Palabra,
nos olvidamos fácilmente de tus promesas.
Ayúdame con tu Espíritu
para confiar siempre en Ti.
Amén.

Invita a tus padres a participar en la noche en la Misa de Resurrección.

Domingo de Resurrección

Ha resucitado, no está aquí

sepulcro

El domingo, muy de mañana, apenas salía el sol, María Magdalena, Salomé, y otras mujeres fueron a la tumba de Jesús para limpiar su cuerpo, perfumarlo y envolverlo, ya que el viernes no habían alcanzado a realizarlo. Mientras caminaban, pensaban a quién le pedirían ayuda para mover la gran piedra que tapaba la entrada al sepulcro.

Cuando ya estaban próximas a la tumba, quedaron sorprendidas porque la piedra había sido movida. Se volvieron corriendo a buscar a Pedro y a otros discípulos y, al llegar nuevamente a la tumba con ellos, descubrieron que Jesús no estaba en ella, solo estaba el manto en que había sido envuelto. Los discípulos regresaron pero María Magdalena se quedó ahí. Momentos después, se le apareció Jesús, pero ella no lo reconoció; en cambio, pensó que era un jardinero y le pidió que si él había sacado el cuerpo que por favor lo devolviera. Entonces Jesús le dijo: “¡María!”. Ella reconoció la voz del Señor y le dijo: “Maestro”. Magdalena luego salió corriendo y fue a contarles a los discípulos lo que había sucedido.

La resurrección de Jesús es la mejor noticia que nos pueden haber dado, y la mejor noticia que nosotros podemos compartir con nuestros amigos y familiares.

Cristo Jesús 
 por amarnos murió y resucitó de entre los muertos.
Éste es el día esperado por todos los hombres.
Éste es el día en que todo comienza de nuevo.
Goce la tierra inundada de luz tan brillante,
huyan las sombras antiguas, aléjese el miedo.
Amén.

Con la alegría de la Resurrección, participa con tu familia de la Misa de Pascua en tu parroquia.

Conversa con tus padres y saluden a sus amigos y familiares deseándoles una feliz Pascua de Resurrección, una buena ocasión para compartir los huevitos de chocolates que son signo de la vida nueva que nos entrega Jesús Resucitado.

Los invitamos a realizar una interesante visita virtual a la Iglesia Catedral de San Luis.

https://www.itinerario360.com/360/cate_sl/